El Instituto

        El Instituto Español de Lisboa (IEL) es un centro de titularidad del estado español situado en Dafundo, Cruz-Quebrada, municipio de Oeiras, en la región de Lisboa. Se trata de un centro educativo en el que se imparten las enseñanzas de las etapas de Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato, lo que lo convierte en uno de los centros integrados de la red de centros de titularidad en el exterior.

Historia

       Por una Orden de 12 de setiembre de 1932, publicada en la Gaceta de Madrid del 21 del mismo mes, el Ministerio de Instrucción Pública ejecuta la propuesta de creación de un Instituto de segunda enseñanza en Lisboa. El proyecto, que sería subvencionado por la Junta de Relaciones Culturales, lo había formulado el Ministerio de Estado.

       Desde 1923 llevaba funcionando en Rua da Palma 272 una escuela española. Con la llegada de la República se extiende la posibilidad de continuar estudiando a los descendientes de la amplia colonia de españoles residentes en Lisboa.

       El Instituto tendrá su sede provisional en los bajos del palacio de rua do Salitre 1, compartiendo locales con el Consulado y la Cámara de Comercio. El 8 de diciembre de 1932 se hace propuesta de nombramiento de los dos primeros catedráticos del centro. José Hernández Almendros, catedrático de Física y Química, será también Director. El otro catedrático, de Lengua y Literatura,  Ramón Martínez López. Las clases comienzan a finales de enero de 1933. Un sólo grupo de primero de Bachillerato con 19 matriculados.

       Para el curso 1933-34 se nombran dos nuevos catedráticos, de Geografía e Historia y de Ciencias Naturales, Antonio Ybot León y Miguel Junquera Muné. También se contratan profesores auxiliares, destacando el nombramiento como profesor de Lengua y Literatura Portuguesa del filólogo portugués Fidelino de Figueiredo. A lo largo de ese curso por sendas Ordenes ministeriales se asigna al nuevo centro la denominación "Hermenegildo Giner de los Ríos" y se adscribe el Instituto al Distrito Universitario de Salamanca.

       El Instituto perderá su nombre tras la guerra civil, llamándose Instituto Español de Lisboa. Recuperará el nombre, ahora "Giner de los Ríos" ya en democracia.

       El curso 1934-35 supone la incorporación de dos nuevos catedráticos, de Latín y de Matemáticas, respectivamente Eugenio Asensio Barbarín y Jaime Mir Seguí.

       En el mes de abril de 1936 el Ministerio de Estado, de conformidad con lo propuesto por la Junta de Relaciones Culturales de ese ministerio, establece que a partir del curso 1936-37 la escuela y el Instituto se fusionen en un Instituto-Escuela, con una dirección única a cargo del director del Instituto, proyecto educativo experimental de la República que se puso en marcha en varias ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla, Barcelona y Lisboa.

       La sede del Instituto-Escuela "Hermenegildo Giner de los Ríos" será el palacete de Rua Mousinho da Silveira 5. En enero de 1936 estaban escolarizados en ese centro 160 alumnos y alumnas en cursos de la escuela, 80 en el Instituto y 150 en cursos nocturnos de extensión cultural a los que asistían bastantes portugueses. La enseñanza era atendida por una plantilla de diecisiete miembros, catedráticos, maestros y auxiliares contratados. Comenzaba a ser un centro de referencia en Lisboa.

       En el verano de 1936 el inicio de la guerra civil en España condicionará totalmente la vida del Instituto. Ramón Martínez López, catedrático de Lengua, presidente de la Juventud de Galicia y con funciones de Agregado Cultural, apoya al embajador de la República Claudio Sánchez Albornoz. El Gobierno de Salazar, que no oculta sus simpatías hacia los militares golpistas, le invita en setiembre a abandonar Portugal. El Director José Hernández sigue con preocupación creciente los acontecimientos. Acude a despedir al embajador cuando deja Lisboa y en nombre del Claustro se pone bajo la tutela del Gobierno de Burgos. En enero de 1937 presenta su dimisión irrevocable. En marzo llegará a Lisboa para hacerse cargo de la dirección Eugenio Montes, catedrático de Filosofía, poeta ultraísta y uno de los fundadores de Falange. Al mes elevará a la Superioridad la siguiente propuesta

"...que sean dados de baja en sus respectivos escalafones, las siguientes personas que ejercían cargos de enseñanza en el Instituto Español de Lisboa, y que por su actividad política abiertamente contraria al Movimiento Nacional, no pueden desempeñar función alguna en el Nuevo Estado Español:

 

Don Ramón Martínez López, Catedrático del Instituto Español de Lisboa

Don Antonio Terol Hernández, Maestro de la Escuela española aneja al Instituto

Don Luis Falcó Jimeno, idem

Don Agustín Sala Sala, idem"

 

 

       También sería expedientado Jaime Mir, catedrático de Matemáticas y se rescindió el contrato a Fidelino de Figueiredo "por ser partidario de la causa republicana". Son las páginas más oscuras de la vida del Instituto.

       La situación económica es muy precaria. El Instituto debe abandonar las buenas instalaciones de Mousinho da Silveira y se traslada a finalesde 1938 a un palacete más pequeño en rua Actor Tasso 27, al lado de Marquês de Pombal. Finalizada la guerra el director Eugenio Montes apuesta por convertir el Instituto en un referente en Portugal de la cultura española. Para ello establece buenas relaciones con António Ferro, Director del Secretariado de Propaganda Nacional del Estado Novo.

       En la década de los cuarenta se incorporan dos nuevos catedráticos, Marcial José Bayo de Lengua y Literatura y José María Viqueira de Geografía e Historia que será comisionado a la Universidad de Coimbra como Lector de Español. También se contratan profesores auxiliares reclutados algunos entre españoles que residían en Lisboa en situación de semiexilio, como Alfonso Lasso de la Vega, uno de los padres del andalucismo, que importó al Instituto ideas y prácticas de la extinta Institución Libre de Enseñanza, o Ernesto Halffter, músico discípulo de Falla que completó su Atlántida, casado con la pianista portuguesa Alice Câmara Santos. También el escritor alicantino Adolfo Lizón, que junto a Eugenio Montes se responsabilizó del programa de radio en la Emisora Nacional "Meia hora de Espanha".

       La realidad era que Eugenio Montes estaba mucho más preocupado por la faceta cultural irradiada desde el Instituto que de la estrictamente docente. Llegó a plantear en 1954 cerrar la Escuela y el Instituto y utilizar las instalaciones como Casa de Cultura Española, una idea precursora de las sedes de los Cervantes en la actualidad. El revuelo que se produjo entre los españoles residentes en Lisboa hizo retroceder al Ministerio. Eugenio Montes marcha destinado a Roma y se nombra un nuevo Director, Francisco Poggio, con el cometido de dinamizar el Instituto y buscarle una mejor sede.

       Habría que esperar veinte años. La plantilla de profesores apenas cambia hasta finales de los sesenta y comienzo de los setenta que se producen jubilaciones en cascada. Para dar un impulso a la labor de búsqueda de nueva sede en  octubre de 1968 se nombra nuevo Director Comisario, Eduardo del Arco Álvarez, Inspector Numerario de Enseñanza Media.  Desde el 1 de Enero de 1969 el Instituto pasa a depender económicamente en su integridad del Ministerio de Educación, terminando su vinculación con el Ministerio de Asuntos Exteriores.

       Al fin en 1971 se lleva a buen término la adquisición de una nueva sede, el palácio "Quinta de Sâo Joâo do Rio" de finales del siglo XVII, en Dafundo. Había sido propiedad de diferentes miembros de la nobleza, el tercer Marquês de Pombal y Conde de Oeiras, luego pasó a la alta burguesía, familia Pereira Palha, y de 1955 a 1958 fue residencia del embajador de la RFA. Comienzan las obras, que durarán varios años, de adaptación y construcción de nuevos pabellones, salón de actos, gimnasio y pistas.

       En abril de 1974 el Instituto todavía está en Actor Tasso 27. El 25, tras una noche en que se ha escuchado en la radio "Grândola Vila Morena" como consigna, el Movimiento de los Capitanes permite que Portugal salga de una Dictadura que ha durado cerca de cincuenta años.

       La explosión democrática en Portugal, con claras componentes revolucionarias en una primera fase, hace que desde el oficialismo español se mire con recelo la evolución de la situación portuguesa.

En septiembre de 1975, se producen movilizaciones que dentro y fuera de España tratan de evitar que se cumplan las sentencias de muerte que han impuesto tribunales militares a militantes de ETA y del FRAP. En Lisboa se asalta la Embajada y el Consulado. Las relaciones diplomáticas se tensan, el Embajador es llamado a Madrid. Las clases no empiezan en el Instituto en octubre, por el clima de tensión existente.

       En noviembre se producen varias escaramuzas palaciegas entre sectores militares y acaba tomando el control el sector moderado del MFA. El 24 de noviembre se reanudan las clases en el Instituto, cuatro días después de la muerte de Franco, y con Juan Carlos ya Rey de España, iniciándose el complejo y exitoso camino que hoy llamamos transición democrática.  

       Desde enero de 1976 se hace cargo de la Dirección Baldomero Sendino, destinado en Comisión de Servicio como Catedrático de Latín. Las plazas de profesorado son por adscripción temporal por concurso de méritos y los Directores y Directoras surgen de entre ese profesorado teniendo su mandato limitado al tiempo de adscripción.

       Desde setiembre de 1976 las enseñanzas se desarrollan en las instalaciones de Dafundo. El primer año tiene tan sólo 400 alumnos en total. Ha perdido alumnado respecto a Marquês de Pombal por el retorno de españoles afincados en Lisboa tras el 25 de abril. Aunque pronto se produce el giro que lleva a los 1000 alumnos, en el curso 1980-81, cifra que se mantiene al ser la capacidad máxima de las instalaciones. Hay varias razones que justifican ese aumento. La incorporación de alumnado portugués, que solicita el centro por sus buenas instalaciones y también porque familias portuguesas acomodadas se fueron a España tras el 25 de abril y han vuelto a partir de 1976 con hijos escolarizados en el sistema español. Por último, porque el Portugués está presente como materia en todos los niveles y los currículos de sociales se adaptan para recoger elementos de cultura portuguesa.

 

       En 1985, como culminación de su recuperación democrática, ambos países, España y Portugal, ingresan en la Comunidad Económica Europea. En 2004, es nombrada, por primera vez en el Instituto, una mujer, la maestra Sara López, para dirigirlo. En 2008 se celebra el setenta y cinco aniversario de su creación con un programa ambicioso de actividades. Ahora se encamina hacia su centenario. Cerca de diez mil alumnos y alumnas han pasado por sus aulas. Han sido atendidos a lo largo de los cursos por una nómina de profesorado que supera los setecientos efectivos.

 

 

       En sus largos años de vida el Instituto ha acogido muchas visitas ilustres de España y Portugal. Con riesgo de olvidos y sólo como muestra mencionamos algunos nombres. Personalidades del mundo de las letras como Guillermo Díaz Plaja, Camón Aznar, Antonio Muñoz Molina, Elvira Lindo, José Saramago, Lídia Jorge, Antonio Gamoneda, Pilar del Río, Darío Villanueva. Personalidades del campo científico como Miguel Catalá, Julio Palacios, Margarita Salas. Del campo de la Educación y Administración educativa como Marta Mata, Rafael Puyol, Alejandro Tiana, Celso Currás, Eva Almunia, Mario Bedera. Del mundo de la Política como Mariano Navarro Rubio, Manuel Fraga, Ana Pastor, Gregorio Peces Barba, Fernando Gurrea, Leyre Pajín, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Paulino Luesma, José Ignacio Wert, Guillermo Fernández Vara. Capitanes de Abril como Vasco Lourenço y Almeida Contreiras, militar de la UMD José Fortes. José Barata Moura Reitor da Universidade de Lisboa. Ministro Nuno Crato, Embajadores de España, Embajador de México, Embajador de Colombia, Familia real española como el Conde de Barcelona, los Reyes Juan Carlos y Sofía. Presidentes de la República de Portugal como Mário Soares y Marcelo Rebelo de Sousa.

 

        Estas notas han sido elaboradas por el antiguo alumno y después catedrático del Instituto Ángel Chica Blas. Para ello contó con el apoyo de material de archivo facilitado por la antigua alumna y después jefa de secretaría Fátima Bello y el trabajo de Manuel Burgos Madroñero, antiguo profesor de Historia del centro.

Actualidad

En la actualidad, el centro acoge a más de 1000 alumnos y alrededor de 70 docentes en las diferentes estapas educativas ofertadas.

 

Logo antiguo del IEL y logo en la actualidad